Todos sobre la articulación temporomanidular

La artroscopia de la articulación temporomandibular (ATM) es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que se realiza para tratar diversos trastornos de esta articulación, comúnmente relacionados con el dolor mandibular y la disfunción en los movimientos de la boca.

Si bien esta técnica es efectiva y conlleva menos riesgos que una cirugía abierta, la recuperación de una artroscopia sigue siendo un aspecto clave para asegurar el éxito del tratamiento y la calidad de vida del paciente.

Te contamos cómo es el proceso de recuperación de una artroscopia de ATM, qué se puede esperar en cada etapa, y las recomendaciones específicas para que los pacientes retomen sus actividades cotidianas con seguridad y confianza.

¿Qué esperar después de la artroscopia de ATM?

La recuperación tras una artroscopia de ATM varía según cada paciente y la gravedad de la patología tratada, pero en general:

  1. Fase inmediata postoperatoria (0-24 horas): Tras la cirugía, el paciente permanece en observación durante unas horas para asegurarse de que todo marcha bien, debido a que se realiza bajo anestesia general, lo que puede causar somnolencia y mareos durante las primeras horas. Es crucial descansar y evitar cualquier esfuerzo físico. Por lo general se abandona el centro hospitalario en el mismo día.
  2. Primeros días (24-72 horas): Durante los primeros días, es normal sentir algo de inflamación y malestar en la zona de la mandíbula. Se recomienda aplicar compresas frías y tomar los analgésicos y antiinflamatorios prescritos por el especialista para controlar el dolor y la inflamación, como ibuprofeno o paracetamol. Aquí, la dieta blanda es clave para evitar masticar en exceso y dar tiempo a la articulación para recuperarse. Dado que no requiere habitualmente sutura, con lavado de la herida con agua jabonosa y aplicación tópica de algún antiséptico (betadine) será suficiente.
  3. Primera semana: Aproximadamente, tras 5 o 7 días, las molestias de la propia intervención habrán desaparecido (habrá que tomar medicación que ayudará en el proceso), y habrá que empezar una fisioterapia temprana, que permitirá devolver la funcionalidad que hubiera perdido, en el que caso de que fuera así.
  4. Primer mes: En las siguientes semanas, el paciente debe continuar con una dieta blanda, evitando alimentos que requieran un esfuerzo mandibular intenso, como carne o bocadillos. Además, se incrementará gradualmente la intensidad de los ejercicios de fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar el rango de movimiento. (Los ejercicios de fisioterapia deberán ser mantenidos durante meses, bien de forma domiciliaria o asistida por un fisioterapeuta especialista en esta patología.)
  5. Revisiones periódicas: Por lo general se suele realizar una revisión al 1,3,6 y 12 meses y si no existe incidencias se daría el alta definitiva.

recuperación de una artroscopia de atm

Recomendaciones clave para la recuperación de una artroscopia de ATM

Para asegurar una recuperación adecuada, es importante que los pacientes sigan las siguientes recomendaciones:

  • Evitar el esfuerzo físico durante las primeras semanas. Actividades que requieran abrir la boca ampliamente o que impliquen tensión en la mandíbula deben evitarse hasta que el especialista lo indique.
  • Seguir una dieta blanda en las primeras semanas. Optando por alimentos como purés, sopas, yogur, y alimentos que no requieran masticar en exceso. Esto ayuda a reducir la carga sobre la articulación y favorece una cicatrización adecuada.
  • Cumplir con las revisiones médicas. La artroscopia de ATM suele requerir seguimiento frecuente para ajustar la rehabilitación y asegurarse de que no haya complicaciones.
  • Realizar ejercicios de fisioterapia según las indicaciones del especialista. Estos ejercicios son fundamentales para recuperar la movilidad de la mandíbula de manera controlada y progresiva.

Preguntas frecuentes sobre la recuperación de la artroscopia de ATM

 

1. ¿Cuánto tiempo se tarda en recuperar completamente la funcionalidad de la mandíbula?

La recuperación completa de una artroscopia de ATM varía según cada caso, pero en general, los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas a las 24-48 horas. Al menos durante 2-3 meses deberá evitar alimentos de consistencia dura.

2. ¿Es normal sentir dolor en la recuperación de una artroscopia de ATM?

Sí, es normal sentir cierto malestar o dolor leve en la zona durante los primeros días tras la cirugía. Este dolor se maneja con medicación prescrita por el especialista y suele disminuir progresivamente. Si el dolor no mejora con el tiempo, es importante acudir a una revisión médica.

3. ¿Es suficiente con una artroscopia?

Según la evidencia científica, una primera artroscopia permite resolver la situación del paciente en el 85-90% de las ocasiones en estadios iniciales y en más de un 70% en estadios degenerativos avanzados. Todo va a depender del estado de deterioro de la articulación y del tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas. También es importante la implicación del paciente en hábitos dietéticos y una correcta fisioterapia postoperatoria. En aquellos casos con escasa respuesta al tratamiento una segunda artroscopia se puede repetir antes de valorar métodos más invasivos de tratamiento mediante cirugía abierta.

La artroscopia de ATM es un procedimiento eficaz y seguro. Aunque la recuperación de una artroscopia es relativamente rápida en comparación con otros métodos quirúrgicos, es esencial seguir las recomendaciones del especialista para asegurar una recuperación óptima y evitar complicaciones.

Si estás considerando este tratamiento o ya has pasado por la intervención y tienes dudas sobre el proceso de recuperación de una artroscopia, no dudes en consultarnos todas las dudas que puedas tener.

Estaremos encantados de poder ayudarte.

Los trastornos temporomandibulares son un conjunto de afecciones que afectan la articulación temporomandibular (ATM), la cual conecta la mandíbula con el cráneo.

Si alguna vez has sentido un chasquido al abrir la boca o un dolor persistente en la mandíbula, podría tratarse de un trastornos temporomandibular.

Los trastornos temporomandibulares son más comunes de lo que parece, pero muchas personas no los reconocen hasta que el dolor se vuelve intenso o constante. Este artículo te guiará para entender qué son, cuáles son sus síntomas, y qué opciones de tratamiento existen.

¿Qué son exactamente los trastornos temporomandibulares?

La articulación temporomandibular es una estructura compleja que actúa como una bisagra deslizante entre el hueso temporal del cráneo y la mandíbula.

Gracias a ella, podemos realizar movimientos básicos como masticar, hablar y bostezar. Un trastorno temporomandibular se presenta cuando hay un problema en esta articulación o en los músculos que la rodean. Entre los síntomas más comunes de los trastornos temporomandibulares se incluyen:

  • Dolor en la mandíbula, que puede irradiarse hacia el cuello o los oídos.
  • Dificultad o molestia al masticar.
  • Sensación de chasquido o clic al abrir y cerrar la boca.
  • Bloqueo de la mandíbula, que impide abrir o cerrar completamente la boca.
  • Dolores de cabeza recurrentes, relacionados con la tensión en la ATM.

Tipos de trastornos temporomandibulares

Existen varios tipos de TTM, y es fundamental saber que no todos se tratan de la misma manera. Aquí te explico los principales:

  1. Desplazamiento del disco articular: Este es uno de los problemas más comunes y se produce cuando el disco que amortigua los movimientos de la mandíbula se desplaza de su posición habitual. Este desplazamiento puede causar dolor, chasquidos y, en casos más graves, bloqueos mandibulares.
  2. Desórdenes musculares: Estos se deben a la tensión o espasmos en los músculos que rodean la ATM, frecuentemente causados por el estrés, el bruxismo (rechinar de dientes) o malos hábitos posturales.
  3. Problemas degenerativos o inflamatorios: Enfermedades como la artritis reumatoide o la artrosis pueden afectar la ATM, provocando inflamación, dolor y deterioro progresivo de la articulación.

 

Diagnóstico de trastornos temporomandibulares

¿Cómo se diagnóstican los trastornos temporomandibulares?

El diagnóstico de los trastornos temporomandibulares puede ser complejo, ya que sus síntomas se superponen con otras afecciones faciales y dentales. Por ello, en la Clínica Maxilo Blas, realizamos un diagnóstico en dos fases:

  • Entrevista inicial y evaluación visual: Recopilamos el historial clínico del paciente, identificando cualquier síntoma previo como chasquidos o dolor. También evaluamos de manera visual y manual la función de la mandíbula para detectar signos de bloqueo o dolor durante los movimientos.
  • Estudios radiográficos: Para obtener un diagnóstico definitivo, se utiliza una resonancia magnética de la ATM, lo que permite visualizar cualquier desplazamiento del disco o daño estructural en la articulación.
  • Artroscopia de ATM: Es un procedimiento, mínimamente invasivo, que permite una visualización directa de la articulación mediante una pequeña cámara introducida en la zona. Esto resulta especialmente útil cuando otros estudios, como la resonancia magnética, no han dado una imagen completa o clara de la articulación, o cuando se sospecha de lesiones específicas en tejidos blandos o en la superficie articular.

Preguntas frecuentes sobre los trastornos temporomandibulares

 

¿Cómo sé si tengo un trastorno temporomandibular?

Si experimentas dolor en la mandíbula, chasquidos, bloqueo mandibular o dolor en el oído, es recomendable que consultes con un especialista en ATM para obtener un diagnóstico preciso.

¿Los trastornos temporomandibulares se curan solos?

En algunos casos leves, el dolor puede mejorar con el tiempo y cuidados simples. Sin embargo, si el dolor persiste o empeora, es necesario un tratamiento profesional.

¿Puedo prevenir los trastornos temporomandibulares?

Evitar el estrés, mantener una buena postura y usar férulas de descarga si rechinas los dientes son medidas que pueden prevenir o reducir el riesgo de desarrollar TTM.

Los trastornos temporomandibulares pueden afectar significativamente la calidad de vida si no se tratan a tiempo. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, no dudes en contactarnos para recibir la atención profesional que necesitas.

En la Clínica Blas Maxilo, nos especializamos en tratar estas afecciones con la experiencia y el cuidado que mereces. ¡Pide tu cita ahora y evaluaremos tu caso!

La articulación temporomandibular es aquella que permite los movimientos de apertura y cierre bucal, para lo cual un disco fibrocartilaginoso se interpone para permitir un correcto desplazamiento de la superficie ósea.

Entre sus funciones destacan los movimientos de apertura y cierre de la boca facilitando acciones básicas como hablar, respirar y masticar. Siendo también es un elemento imprescindible en la expresión facial.

Sin embargo, cuando la atm no funciona correctamente, puede generar dolor, dificultad para masticar e incluso limitar la apertura de la boca, afectando actividades básicas como comer o hablar.

Anatomía de la Articulación Temporomandibular

La ATM es una articulación sinovial, lo que significa que cuenta con un líquido sinovial que lubrica y amortigua sus movimientos. Está formado por un conjunto de músculos, ligamentos y un pequeño disco cartilaginoso que actúa como «amortiguador» para que los movimientos de la mandíbula sean suaves y sin fricción.

Está formada por varias estructuras, entre ellas:

  • Hueso mandibular: La mandíbula se articula con el cráneo a través del cóndilo mandibular, una protuberancia que encaja en la cavidad del hueso temporal.
  • Cóndilo Mandibular: Es la parte superior y redondeada de la rama de la mandíbula que se conecta con el cráneo. El cóndilo encaja en una cavidad del hueso temporal, formando la articulación temporomandibular (ATM).
  • Disco articular: Es una estructura fibrocartilaginosa que se sitúa entre el cóndilo mandibular y la cavidad del hueso temporal. Este disco actúa como un amortiguador, permitiendo que los movimientos de la mandíbula sean suaves y coordinados.
  • Músculos masticatorios: Los músculos que rodean la ATM, como el masetero, el pterigoideo lateral y el temporal, son responsables de los movimientos de apertura, cierre y deslizamiento lateral de la mandíbula.

¿Cuáles son las funciones principales de la articulación temporomandibular?

La articulación temporomandibular (ATM) desempeña un papel fundamental en diversas actividades cotidianas que muchas veces pasan desapercibidas. Entre sus principales funciones se encuentran:

  • Apertura y cierre de la boca: la ATM permite que la mandíbula se mueva hacia arriba y hacia abajo, facilitando acciones básicas como hablar, masticar y respirar. Es gracias a esta función que podemos abrir la boca para ingerir alimento, comunicarnos verbalmente, bostezar o respirar.
  • Masticación: La ATM funciona en conjunto con los músculos y ligamentos de la mandíbula para permitir los movimientos necesarios durante la masticación. Esto implica no solo abrir y cerrar la boca, sino también mover la mandíbula de lado a lado y hacia adelante y atrás, lo que permite triturar y moler los alimentos adecuadamente.
  • Habla y expresión facial: Además de las funciones masticatorias, la ATM es clave para el habla y la expresión facial. Gracias a esta articulación, la mandíbula puede moverse con precisión para articular palabras y expresar emociones, como sonreír o fruncir el ceño.

Anatomía de la articulación temporomandibular

Problemas comunes relacionados con la articulación temporomandibular

A diferencia de otras articulaciones, la articulación temporomandibular combina movimientos de bisagra y deslizamiento, lo que le da una gran flexibilidad pero también la hace susceptible a problemas si no funciona correctamente.

La articulación temporomandibular, al igual que en otras articulaciones, es susceptible de sufrir diversas enfermedades como dolores miofasciales, problemas ligamentarios, neuropatías, enfermedades autoinmunes, artrosis articular, tumores y alteraciones en el disco articular.

Una de las causas más frecuentes dentro de este grupo de patologías es la alteración en la posición del disco articular, el cual se encuentra frecuentemente desplazado anteriormente en lo que se conoce como trastorno interno de la ATM ó Internal derangement.

Este desplazamiento anormal es una de las principales causas de síntomas como:

  • Dolor mandibular
  • Chasquidos al abrir o cerrar la boca
  • Bloqueo mandibular
  • Dolor de oído o sensación de presión
  • Dolor de cabeza

Es fundamental detectar y tratar estas disfunciones a tiempo para evitar complicaciones mayores que puedan requerir intervenciones más invasivas en el futuro.

Tratamientos para la articulación temporomandibular

Para tratar la disfunción de la articulación temporomandibular (ATM), se suelen comenzar con tratamientos conservadores como fisioterapia, férulas oclusales, medicamentos o modificaciones dietéticas.

Aunque estas medidas pueden ser efectivas en muchos casos, no siempre proporcionan resultados duraderos. Cuando los tratamientos conservadores no logran aliviar los síntomas de manera satisfactoria, es necesario considerar opciones quirúrgicas como la artroscopia
de ATM.

La artroscopia de la ATM es una de las más avanzadas y efectivas en el tratamiento de este proceso. Este procedimiento mínimamente invasivo, es la única que permite tratar directamente las estructuras internas de la articulación, actuando sobre los tejidos blandos y óseos.

Es importante destacar que cada caso relacionado con la articulación temporomandibulares único, y un diagnóstico preciso es fundamental para determinar el tratamiento adecuado.

En Blas Maxilo, somos especialistas en la articulación temporomandibular y ofrecemos un diagnóstico personalizado para cada paciente.

Si crees que puedes padecer algún tipo de disfunción de la articulación temporomandibular, te invitamos a realizar una consulta en nuestra clínica, donde evaluaremos tu situación y te guiaremos en el tratamiento más efectivo para tu caso.