Diferencias entre disfunción de la ATM y otros problemas dentales
Cuando pensamos en problemas dentales, inmediatamente vienen a la mente las caries o el dolor de muelas. Sin embargo, existe un trastorno menos conocido pero igual de importante: la disfunción de ATM o de la articulación temporomandibular. Esta condición puede confundirse fácilmente con otros problemas dentales, lo que complica tanto su diagnóstico como su tratamiento.
¿Cómo saber si estás lidiando con una disfunción de la ATM o con algo más común como una infección dental? Aquí te lo explicamos.
¿Qué es la disfunción de la ATM y por qué es diferente?
La ATM, o articulación temporomandibular, es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo, permitiéndonos funciones básicas como masticar, hablar y bostezar. Una disfunción en esta área implica que algo no está funcionando como debería, lo que puede causar dolor, chasquidos o dificultad para mover la mandíbula.
Pero aquí viene el problema: los síntomas de la disfunción de la ATM pueden parecerse mucho a los de otros problemas dentales, como una muela del juicio mal posicionada o una caries profunda.
Problemas dentales más comunes con los que se suel confundir
La disfunción de la ATM comparte síntomas con diversas afecciones dentales, lo que a menudo dificulta su identificación. A continuación, exploramos los problemas dentales más comunes que pueden generar confusión y cómo diferenciarlos:
1. Bruxismo
Uno de los problemas más habituales que se confunde con la disfunción de la ATM es el bruxismo, un hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche.
Las personas con bruxismo a menudo experimentan dolor mandibular y fatiga en los músculos faciales, síntomas que se solapan con los de la ATM. Sin embargo, una señal distintiva del bruxismo es el desgaste evidente de los dientes, ya que la fricción constante puede afectar su forma y estructura.
Además, el dolor del bruxismo suele centrarse más en los dientes y músculos que en la articulación en sí, y no suele afectar a la capacidad de abrir y cerrar la mandíbula, ni provocar chasquidos o crujidos manidbulares.
2. Maloclusión dental
Otro problema frecuente es la maloclusión dental, que se refiere a un alineamiento inadecuado de los dientes. Esta condición puede causar tensión en los músculos faciales, dificultad para masticar e incluso dolor en la mandíbula, lo que lleva a confusiones con la disfunción de la ATM.
No obstante, la maloclusión se caracteriza por un desajuste evidente en la mordida, que puede ser detectado fácilmente durante un examen dental. Además, a diferencia de la disfunción de la ATM, no suele provocar ruidos articulares como clics o chasquidos al mover la mandíbula.
3. Enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal, que afecta las encías y el soporte óseo de los dientes, también puede confundirse con problemas de la ATM. Los pacientes con esta enfermedad pueden experimentar dolor en las encías, que puede confundirse con el dolor mandibular, y dificultades al masticar, síntomas similares a los de la disfunción de la ATM.
Sin embargo, la enfermedad periodontal presenta signos adicionales, como encías inflamadas, sangrado al cepillarse los dientes y mal aliento persistente. Estos síntomas son clave para diferenciarla, ya que no están asociados con problemas en la articulación temporomandibular.
4. Caries dentales o un absceso dental
Asimismo, las caries dentales o un absceso dental pueden generar dolores que se irradian hacia la mandíbula, la cabeza o incluso los oídos, complicando su diagnóstico.
El dolor asociado a las caries o infecciones suele ser agudo y localizado, intensificándose al masticar o al exponerse a temperaturas extremas.
Por el contrario, el dolor de la disfunción de la ATM tiende a ser más difuso y está acompañado por otros síntomas característicos, como la rigidez mandibular o los chasquidos.
5. Neuralgia del trigémino
Por último, una condición menos conocida pero relevante es la neuralgia del trigémino, un trastorno neurológico que causa episodios de dolor intenso y punzante en el rostro, incluyendo la mandíbula.
Esta condición puede parecerse a la disfunción de la ATM debido al dolor mandibular, pero la neuralgia del trigémino tiene características distintivas, como su naturaleza episódica y la sensibilidad extrema a estímulos ligeros, como tocar la cara o masticar. Además, no genera rigidez ni ruidos articulares, lo que ayuda a diferenciarla.
Diferencias clave entre una disfunción de ATM y otros problemas
- Localización del dolor: En los problemas de ATM el dolor suele localizarse en las sienes, la mandíbula o justo delante de las orejas. También puede irradiarse al cuello y los hombros.
- Sonidos al mover la mandíbula: Los chasquidos, crujidos o sensación de «enganche» al abrir o cerrar la boca son muy característicos en los prblemas de ATM. Mientrras que en otros problemas dentales los dientes no emiten sonidos, aunque puedes notar sensibilidad o molestias al morder.
- Limitación del movimiento mandibular: La disfunción de ATM va asociada a la dificultad para abrir o cerrar completamente la boca. Sin embargo, en otros problemas dentales, unque una infección o inflamación dental puede causar molestias, no suele restringir el movimiento de la mandíbula.
- Dolores de cabeza recurrentes: Con la disfunciónd e ATM, es común experimentar cefaleas tensionales que se sienten como presión en las sienes o detrás de los ojos. En otros problemas dentales, el dolor dental no suele causar dolores de cabeza persistentes, aunque una infección avanzada podría provocar fiebre o malestar general.
En resumen, aunque la disfunción de la ATM puede compartir síntomas con otras afecciones dentales, observar la localización, el tipo de dolor, los síntomas asociados y los desencadenantes específicos permite diferenciarla con claridad.
Un diagnóstico preciso por parte de un profesional es esencial para abordar cada problema de manera efectiva y evitar complicaciones.
Sin una evaluación profesional, el riesgo de tratar la afección de forma incorrecta o retrasar el cuidado necesario puede llevar a complicaciones más graves, como un aumento del dolor, problemas crónicos de mandíbula o incluso dificultades para realizar actividades cotidianas como comer y hablar.
Actuar a tiempo es clave. Si presentas síntomas como dolor en la mandíbula, clics al abrir la boca, o molestias que interfieren en tu vida diaria, ¡No esperes más!.
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